top of page

En el contexto actual, con el dominio el sistema capitalista como modelo de producción y la sociedad de consumo como perfecto mecanismo para sustentarlo, hemos detectado una epidemia muy extendida: la sobreproducción de residuos.



     La acumulación de residuos constituye un serio problema para muchas sociedades así como para el conjunto de la población del planeta, sobre todo en las grandes ciudades. Debido a la sobrepoblación, las actividades humanas y el consumismo han incrementado enormemente la cantidad de basura que generamos. Este hecho, junto con el ineficiente manejo que se hace de dichos residuos (quemas a cielo abierto, disposición en vertederos de basura ineficaces etc.) provoca problemas graves como la contaminación que, a su vez, genera problemas de salud y daño al ambiente, además de promover conflictos sociales y políticos.



    Por otro lado, si el aumento del consumo no cesa, la cantidad de basura reciclada nunca llegará al nivel de la basura producida. Desde la implementación de los sistemas de reciclaje, no ha disminuido la cantidad de basura sino que, de hecho, ha aumentado debido al crecimiento constante del consumo. De esta forma, la supuesta solución se ha convertido en sólo un calmante y una forma de organizar los desechos para abaratar los costos de las materias primas.
El reciclaje se ha convertido en una teoría que aunque no funciona actualmente, se presenta como una posibilidad de futuro.



     Y es que sólo nos acordamos de la última R de la cadena: Reciclar; sin prestar atención a la primera, que es la fundamental y básica: Reducir; y la segunda que complementa a la anterior: Reutilizar. Pero, ¿por qué hemos comenzado desde el final? ¿No sería más lógico comenzar por la primera R? En teoría sí, en la práctica no interesa. A las empresas en particular, y al mercado productivo en general, no le interesan las primeras dos Rs ya que no suponen un beneficio, sino una pérdida. Y en una sociedad donde el capital se sitúa por encima de la conciencia, la ética y la moral, la demagogia y las modas del reciclaje no funcionan en términos ambientales.



    Pero volvamos al problema de los residuos. Si una persona tuviera que pesar los residuos sólidos que produce, ¿cuál sería su parte en los desperdicios diarios de la civilización? Cada persona en España  genera 1,6 kg de basura al día y 50 kg de envases al año, y entre todos/as generamos anualmente un total de 25 millones de toneladas de residuos. Podríamos evitar el vertido del 90% de esos residuos generados realizando simplemente una buena gestión de las basuras.







Reacciona. Reduce. Respeta

IDEARIO

bottom of page